Un ejemplo de cómo hacer peluquerías pequeñas, elegantes y funcionales sin renunciar al estilo. El panel que separa los reposacabezas del resto de la habitación añade un toque de diseño al salón. En esta peluquería, las salas no están claramente separadas, pero los sofás de las paredes hacen que el rincón sea adecuado como sala de espera.